Publicado por: Dra. Silvia Figueroa
Los gangliones son tumefacciones quísticas, que surgen asociados a expensas de una articulación o una vaina tendinosa, en el dorso de la muñeca, y principalmente en la articulación escafolunar.
Son lesiones con una incidencia relativamente frecuente, sobre todo en las mujeres, por la laxitud del sistema ligamentario, y pueden generarse tras traumatismos locales en la muñeca o por microtraumatismos de repetición.
Se suelen encontrar entre los tendones del extensor corto y el extensor del índice. También en la cara palmar, en la corredera cubital o en el túnel del carpo, por lo que pueden llegar a ser dolorosos generando un compromiso nervioso a nivel del nervio mediano o cubital.
Suelen ser indoloros, aunque si se encuentran en la cara palmar pueden generar molestias al forzar los movimientos de extensión de muñeca, agarrar cosas pesadas y movimientos extremos de muñeca. No suelen presentar problemas en cuanto a la movilidad articular, salvo en casos que sean de un gran volumen o comprometan alguna estructura nerviosa.
Su aspecto a la exploración es el de una tumoración de superficie lisa y bien delimitada, redondeada, de tamaño muy variable, no dolorosa o poco dolorosa a la palpación. Su consistencia es variable, desde dura hasta blanda y fluctuante, en función de la tensión del contenido del ganglión. No se adhiere a la piel adyacente, que tiene un aspecto normal, sin signos inflamatorios.
Tratamiento
El tratamiento suele ser quirúrgico, pero tiende a la recidiva. Si no se encuentran síntomas dolorosos o de compromiso nervioso, mejor optar por el tratamiento conservador en un inicio, ya que las repercusiones y complicaciones derivadas de la cirugía pueden ser mayores que el propio ganglión.
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